Publicado: 21 de Noviembre de 2020
- Siempre te ha gustado el melón. ¡Pide melón!
- Bueno, yo en un momento, en casa o en un restaurante, tomo melón, pero en otro momento puede que no me apetezca.
- ¡A ti no hay quien te entienda!
Cada vez que nuestra mente recoge información, hacemos elecciones. Nuestros sentidos nos conectan con huellas mnémicas y emitimos una conducta. Este proceso es habitual, sencillo. Pero visto desde fuera no siempre se entiende. Y empiezan los conflictos… ¡por un trozo de melón!
El sufrimiento de las personas, a veces, tiene que ver con factores relacionales. Dos personas con biografías diferentes se unen para compartir y cuidar de otras personitas, que también desarrollarán su propia biografía. La organización de la vida familiar es mucho más compleja de lo que puede parecer a primera vista. Y la estabilidad de cada uno afecta a todos.
Si pensamos en un sistema de engranajes, vemos que cada pieza, por muy pequeña que sea afecta al movimiento del conjunto. Algunas veces hay que mirar por separado las piezas de ese engranaje, cómo están, cómo funcionan. Otras veces hay que mirar el conjunto. El movimiento de cada uno de los miembros de la familia, afecta al conjunto. Es un engranaje a conocer, no a juzgar.
Una posición muy frecuente es “no si quien tiene que cambiar no soy yo, es él o ella…”. Cuando en realidad, todo el mundo es importante.
Silvia Bautista. Psicóloga. Collado Villalba. Madrid.